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viernes, 11 de noviembre de 2016

COLABORACIONES NANÁ: Fradi descubre TURRÓN DE MANI, Nevares

Comparto con ustedes el increíble análisis de Turrón de Mani a cargo de nuestro querido amigo Fradi. Disfrútenlo! Cariños, Naná

"Hace no mucho tiempo atrás, en la presentación del "LIBRO DE QUEJAS" de Iti el hermoso -integrante del staff de esta poderosa empresa golosinera- tuve la oportunidad de que llegue, primero a mis manos, luego a mis labios y tmb a mi estòmago una particular, y a la vez popular, golosina de la marca Nevares: su autoproclamado TURRÓN DE MANI. Ahora bien, ¿què tendra de particular esta, a primera impresión, cualunque y pedestre dulzura? ¿y forma realmente parte del stock de nuestro imaginario colectivo dulce que tenemos depositado en la mente y en la lengua, en tanto pueblo argentino -y americano, ya que Nevares pertenece a Compañía Americana de Alimentos S.A.-?
La respuesta a estas dos cuestiones:
1) El turrón de Maní se despega de otras propuestas alimenticias del rubro, ya que no solo su porción de relleno es sustanciosa, abundante y atraganta de placer nuestras gargantas: tenemos que decir que el cuidado por la medida justa de la oblea es equilibradísimo, y pareciera pensado en la divina proporción aúrea respecto a su relleno. La oblea no se empasta ni tampoco se pone del lado de la galleta: cruje sobre el contenido manteniendose unido a este, en un claro signo de hermandad entre uno y otro elemento. En esta golosina no hay nada librado al azar, lo cual exige una meritoria mención
2) Si bien esta golosina no circula tanto como otros productos de NEVARES -pongamos por ejemplo, sus no muy logrados alfajores o sus más que correctos budines-, la pasta de maní es una clara debilidad del estómago de nuestro país. Ya desde hace décadas, el famoso Nucrem/Mantecol se consolidó en la mesa dulce de quienes ansian un descanso del terrible mundo en el que vivimos, a través del sentido del gusto. En este sentido, debo confesar que a contrapelo de la dulzura, recién este año me hice adicto al mantecol y sus variantes -como el manicol, producto marca DÍA%, màs amigable al bolsillo-, incluso para recetas culinarias.

Si bien hay una brecha entre la oblea y el famoso postre de maní, hay algo de la reminiscencia inconsciente, una pulsión de hambre que lo revive frente a nuestras bocas cuando mordisqueamos esta oblea y que nos hace sentir que el mundo está más bueno de lo que parece.

Cabe destacar que, por otro lado, el turrón es importado del país vecino de Chile, fortaleciendo los vínculos de dulzura entre ambos países por encima de la cordillera.
La verdad, está muy rico y es un fiel compañero para los momentos difíciles -y también para los fáciles-, mostrándonos que la única verdad va de nuestras bocas a nuestros corazones.
Cariños

Fradito."