Pink Ice Cream Bar
Mostrando entradas con la etiqueta anetol. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta anetol. Mostrar todas las entradas

lunes, 4 de febrero de 2019

Dura lo que dura: Caramelos media hora, los del relojito

Me pidieron escriba una opinión sobre los Caramelos Media Hora. Dije esto, es casi todo verdad. Feliz febrero :) No como caramelos Media hora. Mentiría si dijera que los he probado pero también que no los he probado. Una vez intenté descubrir su magia, entender por qué un dulce color caca que encima sugiere falsamente un sabor a bebida cola  tenía tan admirable permanencia en el mercado. Alguna vez sí, intenté saborearlo como quien desea leer un libro de tapa bonita o un clásico en otro idioma aún sabiendo que le resultará difícil de leer o no se hallará. Lamentablemente no pude soportar el caramelo por más de 5 segundos dentro de mi boca. Este dulce de cercano sabor medicinal y función repelente resultó para mí una película de terror en la que por parecer valiente una evita taparse los ojos pero sin embargo sufre.
Me cuesta creer que sea un caramelo que se pueda saborear con alegría y a su vez me pregunto cómo es posible que existan tantos jóvenes a los que un caramelo con gusto similar al hinojo y forma canical les produzca felicidad pese a saber que al ingerirlo pueden correr riesgo de asfixia. ¿Acaso fingen? Probablemente, existe cierto misticismo en la elección de estos amargos caramelos y a su vez me atrevo a sugerir que en cierto sector de la sociedad el caramelo vintage en cuestión es sinónimo de snobismo o más bien un sabor que supone distinción y experiencia. En lo personal me gustaría que me gusten pero no, muchas personas que respeto los adulan pero yo soy más de masticar sabores suaves y frutales. Creo que de ser la única golosina en una isla desierta probablemente preferiría comer una bola de arena en lugar de este caramelo.



 ♥ Nota: La imagen es de Flor Huerga, obvio, mi ilustradora favorita