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domingo, 7 de mayo de 2017

ENTREVISTAS NANÁ: Tuti Curani "Me imagino un vestido con un entramado de papeles de caramelo sugus."

Hoy en Estilo Naná, primer y único blog de crítica de golosinas, nos visita la multifacética y talentosa Tuti Curani quien se atreve a responder el cuestionario Naná, que lo disfruten!

Tuti Curani (Buenos Aires, Argentina, 1990) es diseñadora de indumentaria egresada de la UBA. Tiene publicados los libros de poesía La promesa del verano intacta (Desde un tacho Ediciones, 2015), El Futuro ya no es lo que quería (Fadel&Fadel, 2015) y la plaqueta Leer de espaldas (Ludwig Ediciones, 2014). Algunos de sus textos y fotos aparecen en fanzines y revistas online de Argentina, España y México. 
Cofundó y organizó durante casi tres años el ciclo de música y poesía Club del Quiebre, junto a Enzo Campos Córdoba y Deni Rodriguez Ballejo. Tiene dos sellos editoriales de fanzines: Pánico Universo y Bbcráneo Ediciones. Dibuja y borda bajo el nombre de HIGH REO. Este año empezó a incursionar en la radio, con una columna mensual en La República (EQradio), llamada AH RE. En septiembre cumple 27 y se pregunta si morirá. 

¿Qué relación tenés con las golosinas?
Tengo una relación medio nostálgica con las golosinas porque las vinculo con la infancia. Ahora “de grande” me tiene que dar un antojo muy específico para comprarme alguna. También creo que linkeo a personas con golosinas, por ejemplo para mí las DRF son re un chico con el que salía. Me parece que te dice un montón de la persona la golosina con la que los asociás.

Indumentaria y golosinas. Si pudieras hacer un traje con golosinas, cómo sería? Cuáles utilizarías? 
Hay una película de Sandra Bullock en la que después de chocar un auto y hacer un papelón la mandan a un centro de rehabilitación. Ahí le enseña a su roomate suicida cómo enlazar papelitos de caramelo y hacer tiras. Me imagino algo así, un vestido con un entramado de papeles de caramelo sugus.

¿Cuáles te parecen que son las 5 golosinas más representativas de tu generación? Justificar con una sola palabra.

  1. Lila Pause, 90’s
  2. Tortuguita Gody, individualista.
  3. Mielcitas, sobredosis.
  4. Rueditas de billiken, ácidas.
  5. Chupetines Baby Doll, compartibles.
¿Cuál te parece que es el rol de las golosinas hoy en día? Es un rol bastante social. Las golosinas pueden generar comunidad, es algo que podés regalar fácilmente y quedar bien y compartir. Como algo individual, te puede conectar con lo infantil, o lo podés usar como auto-premiación por algo: terminar una entrega a tiempo, hacerte un recreo de estudio o trabajo, etc. Lo pienso también como un terreno de experimentación accesible, como cuando alguien trae alguna golosina rara de otro país o sale algún producto nuevo y te juntas con amigos a probarlo.

Mejor y peor recuerdo con golosinas.
El mejor recuerdo que tengo es de cuando era chica y me quedaba a dormir a lo de mis abuelos. Siempre después de cenar super temprano, mi abuela me acompañaba a mirar Cuentos de la cripta y ¿Le temes a la oscuridad? y comíamos Kinder Bueno o Tivis. Verlo sola me daba miedo. Además, mi abuelo, a pesar de ser diabético insulino dependiente, tenía un montón de chocolates y alfajores en la alacena y a mi me parecía divertida y tremenda esa complicidad.
La peor fue una vuelta que mi papá estaba internado porque había tenido un ACV y nos trajeron un postre que era como la idea más industrial de una cheescake que te puedas imaginar. Lo cuento como golosina porque era tan sintética que no categorizaría como postre. Como él tenía prohibido el azúcar, comí este coso enteramente yo y la pasé re mal.
Gracias Tuti :)

Redes
Tumblr: http://elcuartodelpasillo.tumblr.com/
Instagram: /https://www.instagram.com/highreo/
Cargo: http://cargocollective.com/tuticurani

lunes, 14 de octubre de 2013

ENTREVISTAS NANÁ: Fradi Fradi, una reflexión sobre golosinas y literatura

Fradi Fradi comparte un poema sobre las Galletitas Toddy y se atreve a responder las preguntas de Naná. 
"Galletitas Toddy"

en un apocalipsis
de pasión
me acuerdo del momento
primigenio
las Galletitas Toddy
las compró tu mamá
vos ibas a verte con dos amigas
se encontraban en una plaza
me trajiste las sobras
ahi las descubrí
eran tan ricas que me olvidé
de todo
yo no puedo percibir 
todo lo que olvidé
porque quizás estoy demasiado
muerto de sueño
navego en un mar de bostezo
en mi cama
con un paquete de felicidad
que rasco si es tan lindo y grande
210 gramos 
de felicidad
tatuada en el corazón
que nadie va poder borrar
ni una guerra mundial
ni un volcán retobado
ni ningún amor
ni ningún cansancio
por más que sea intenso y poderoso
este apocalipsis de pasión
me lame los labios
y yo pienso en otra cosa.






Naná: ¿Podrías poner a las galletitas Toddy al nivel de tu golosina favorita? ¿De cual? Si tuvieras que elegir comer tu golosina o unas galletitas Toddy, qué elegirías?
Fradi: Si, las Galletitas Toddy son lo mejor del mundo  junto con los bon o bones. No podría elegir, creo que son excelentes las dos, son además dos formatos muy diferentes. Estaría interesante ver que pasaría si salieran unas galletitas de bon o bon, ese sería el combate decisivo.

Naná: ¿Cual fue la golosina más increíble que probaste en tu vida?
Fradi:
Si la más increíble es por el gusto creo que los bon o bones, realmente los disfruto muchísimo. pero la que cada tanto como -es decir cada muchísimos meses o años- y siempre me sorprende muchisimo es el Holanda, en todos los aspectos; porque no entiendo en qué consiste, además siempre me parece muy linda por tamaño, envoltorio y diseño en general... cuando compro una me parece muy increíble, en todo sentido. Sobre todo porque aprecio mucho la estética de las golosinas. A veces me gusta comprar algunas que considero lindas y que por ahi no me gustan tanto de sabor, para tenerlas de adorno como las bananitas dolca. Ese es un factor de incredibilidad importante.

Naná: Si fueras una golosina…¿ cual serías? ¿Por qué ?
Fradi: Sería un yummy porque son las golosinas más parecidas a seres vivos, además transmiten muchas propiedades de personalidades bellas, como alegría y amor con sus colores y diversión porque son muy masticables.

Naná: ¿Mientras lees comés golosinas? En caso afirmativo, ¿cual pensás que es la mejor golosina para acompañar un buen libro? ¿Cual la peor?
Fradi: Muchas veces leo comiendo guaymallenes, porque son baratos y realmente muy practicos por tamaño y gramaje (38 g), es decir llenan en la medida justa. Por ej. un bombon, un caramelo serían insuficientes, y alfajores triples (que suelen ir por arriba de los 60 g.) llenan demasiado para una lectura amena. Además, su sabor siempre me transmite sensaciones poderosas y bellos recuerdos. Creo que la peor para cualquier lectura son las pastillas, que en general me transmiten nada intenso. por ej. las DRF o los Refrescos.

Naná: ¿Mientras escribís tus poemas comés golosinas? ¿Preferís hacerlo a antes, durante o después?

Fradi: Así como la escritura, comer golosinas para capturar una sensación precisa es algo que requiere un espacio diferido... Algunas veces he comido durante la escritura, pero sintiendo que por ahí no le estaba prestando suficiente atención sensorial/sentimental/racional ya sea a lo que escribía o a la golosina.
En la lectura me parece que se complementan más porque ahí la golosina puede cumplir una función más práctica, y leer también; me gusta menos leer que escribir, porque siento que necesito menos atención, o al menos una atención mucho más racional que para producir algo estético. Y si quiero percibir una sensación real en una golosina, no puedo hacerlo mientras estoy pendiente exclusivamente de otra cosa. Me inclino por comer antes.
Si se quiere incluir un sabor en una poética, debe ser teniendo la sensación más patente y mejor desarrollada, ya interiorizada tanto en lo corporal como en lo racional y emocional. Es un proceso que necesita maduración y no se puede dar en paralelo a la escritura.