Llevábamos 2 hs
al teléfono cuando Laura dijo: voy a probar si pasa la tarjeta por última vez,
está bien? Sin pensar dije: sí. Segundos después escuché un grito q
confirmaba q ya teníamos pasajes. De Brujas solo sabía q había
canales, q parecía un cuento (alguien había dicho eso) y q quedaba en Bélgica.
Googleé Bélgica y lo primero q salió fue: diamantes y chocolates. Googleé y
googleé hasta q llegué a THE CHOCOLATE LINE, la supuesta mejor chocolatería
del mundo, donde Mick Jagger había esnifado chocolate, servicio que ofrecían
desde el año 2007.
Al llegar a
Brujas, todo fue tan maravilloso e intenso q me olvide por completo de buscar la
chocolatería. Pero sin querer y por supuesto nuevamente perdida, me topé con un
pequeño local repleto de gente. El cartel indicaba: THE CHOCOLATE LINE.
Miré así nomás la vidriera y entré, empujando, directo.
Había
mucha gente, hablaba alto y se veía alterada, con
ganas de obtener su bolsa de chocolate y salir corriendo. Los precios eran caros,
el chocolate semiamargo y fusionados, en su mayoría, con insólitos ingredientes
(sake, canabis, coca, especias, tequila,
y otros). No había chocolate para degustar a diferencia de todas las otras chocolaterías,
pero el aroma era algo único, una sensación imposible de describir, algo totalmente
nuevo: rock. Me acerqué al mostrador y en mi no flamenco, mi no francés y mi escueto inglés
acompañado de señas logré q la molesta empleada ponga y me cobre ocho bombones
q elegí uno por uno (sin saber de qué eran, obvio) y q me costaron más de lo q había gastado en los
últimos 3 dias.
Me fui contenta con mi cajita y un merengue bañado en
chocolate q le llevé a lala de regalo. Regresando a Paris ella lo abrió y bueno,
fue una de las experiencias estilonana hablando más zarpadas de mi vida: bomba de sabor, textura explosiva, un chocolate puro e intenso siendo de leche, que de forma hermosa y perfecta recubría a un merengue tipo nube super suave y delicado, posándose como
flotando sobre una galletita de sabor espléndido y crocancia magnífica.
A continuación
algunas fotos de los bombones, mis amigas y yo degustando los mismos.
Los pongo de
mejor a peor.
1) Chocolate blanco, con una avellana (entera) y una crema mágica. Mi cara lo explica todo.
2) Combinación de chocolates, crema de chocolate, nuez.
3) Chocolate blanco coloreado y romántico como jules.
4) Ni recuerdo
5) SAKE chocolate amargo con un relleno blancuzco q sabía más a vodka que a sake. Igual el dibujito era muy hermoso.
6) Se llamaba Brasilia, era una edición especial por el mundial tenía maracuyá, lima y una especie de gelatina: FEO.
El post de hoy
fue un poco largo pero quisiera señalar algunas cosas más. La atención de The chocolate line es
pésima. El packagging muy bueno, incluye listado de bombones con ingredientes
pero muchos de los q llevé yo ni figuraban con lo que había q andar adivinando. Respecto al local, de decoración cálida si, pero se respira una energía media fea. Yendo a lo que verdaderamente nos importa: la calidad del
chocolate es excelente, le pongo 9 natis, porq soy exigente y porque siempre
estoy esperando probar algo mejor.
Por otro lado,
quiero adelantarles q estoy muy contenta porq por primera vez participará como
colaborador de este blog una persona de la q soy fan. Próximamente novedades.
Y por último, quiero invitarlos a subscribirse a mi nueva fan page.
Gracias por acompañarme.
Los quiero, no me olviden nunca.
Besos,
Naná.
La estupenda en todo Candela Benetti comparte su análisis sobre una de mis golosinas favoritas FraNui,las frambuesas congeladas bañadas en chocolate (una capa blanco y otra con leche) que a mi criterio son la golosina del verano.
Los FraNui son un gusto de adultos. El chocolate con leche que recubre las frambuesas es como un Kinder no pastoso, perfeccionado, y cuando comenzás a soñar, irte lejos con el manto dulce: sfjlsdgjegr. Una fruta que aprendés a esperar y buscar con los bocados. 
