La misma, por pura magia, está fuertemente asociada al tema que estuvo circulando por mis redes sociales y mesas de gente querida estas últimas semanas. Ahora, ya, en este momento, existe un tópico que no nos deja dormir: la experimentación de lo dulce y lo salado, pero junto. Gente q se empeña en fusionar azúcar con sal.
Golosinas fritas, exceso, papas fritas bañadas en chocolate, queso y chocolate, helado con papas fritas, etc. Estupefacta quedé al escuchar con naturalidad los siguientes enunciados:
1) "es común freír oreos"
2) "es común freir mars bars" (y parece q mucha gente lo ha probado(en distintos países del mundo))
3) "existe gente q fríe coca cola y luego la incorpora a postres."
En fin, todo esto viene al tema q nos presenta Wally hoy, cuyo simple título "Saladas" nos adelanta bastante de lo q se viene.
Mi pregunta es queridos seguirdores de @estilo naná ¿hasta dónde es capaz de llegar nuestra preferencia por lo dulce?, ¿se puede elegir una de dos y sostener dicha elección con sinceridad durante toda una vida?
Bueno para reflexionar un poco sobre esto los dejo con la nota que escribió Wally que como siempre nos acerca algo impecable, con una fuerte carga de profesionalismo y compromiso extremo con este blog. Espero q la disfruten!!
Besos para todos, los quiere:
Naná.
Saladas
A
pesar de tener algunas colaboraciones en este blog y ser un goloso por
naturaleza, tengo un pecado que confesar: prefiero lo salado a lo dulce.
Realmente es así. Incluso no puedo desayunar dulce, sino que necesito lo
salado. A la americana. Entonces me detuve a pensar en las golosinas saladas
que he probado.
Hace
unos cuantos meses atrás, Naná me hizo un breve cuestionario en donde
preguntaba cuáles eran mis golosinas preferidas y las que más detestaba. Pues
bien, mi opción preferida son los conocidos M&M’s de maní, mientras que
existe una que de solo acordarme solo me trae arcadas: unos horrendos chicles
llamados “Bacon Gumballs” cuyo repugnante sabor a panceta hecho chicle solo es
comparable en fealdad a una blasfemia. También recuerdo cuando por error mi
mamá me trajo unos M&M’s de pretzel cuyo slogan “Crunchy, salty, sweet” me
ponía más triste que la película Marley y Yo. Yo quería de maní…
Entonces
me puse a investigar un poco y al parecer hay un mercado para las golosinas
saladas, como pastillitas saladas, palitos de charque, gomitas de pretzel marca
Haribo y por supuesto golosinas chinas (estimo que chinas, sino orientales),
que como se puede apreciar en un post anterior, son una lotería.
Existen
también las golosinas picantes, muy comunes en mercados como el mexicano o el
peruano, cuyo uso del picante como “endulzante” se remonta a tiempos
precolombinos. Tampoco son de mi mayor agrado, pero eso irá a otro post.
Por
lo pronto quiero finalizar diciendo que me encanta lo salado, como me gusta lo
dulce, pero por separado. ¿Para qué mezclarlos?
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