5:30 am nos tomamos el tren a Rouen, capital de Alta Normandia, con un único objetivo: encontrar Loulou, el verdadero loro de Gustave
Flaubert, motivo real de mi viaje (*).
Volviendo al tema que verdaderamente les interesa a mis fans,
en el medio de la travesía me topé con 2
golocosas artesanales que me llamaron la atención.
En primer lugar, vimos repetidas composiciones realizadas exclusivamente con gominolas, sin duda cautivantes, aunque algo excesivas. ¿Podríamos catalogarlas como obras de arte? No lo sé.
Pienso en la repostería, más
específicamente en la corriente “Marta Ballina”, el arte de usar azúcar
impalpable para hacer cosas lindas, hechas en casa pero comercializables, bajo un único concepto: el sabor no importa, lo que vale es la decoración.
Como sea, he aquí algunas imágenes de estas composiciones increíbles
que, según su gusto estético, serán catalogadas como preciosas o tétricas.
Solo puedo preguntarme: ¿quién las habrá realizado?
La segunda novedad que nos trajo Rouen son “Las lágrimas de Juana”. Riquísimas. Nos
dieron una muestra gratis y eran realmente buenas. Se trata de una almendra
caramelizada y bañada en chocolate
amargo, recubierta con cacao en polvo un
poquito más suave. Bien hechas, con buen chocolate. Este tipo de confituras son
todo un clásico de la ciudad y han sido creadas por un chocolatier experto a partir de una sola pregunta: ¿Qué gusto
tendrían las lágrimas de Juana de Arco?
(*) Si te interesa saber más sobre este tema estate atento a mis próximos posts y videos de mi exclusivo canal de youtube.
Les recuerdo a todos los fanáticos de las golosinas que quieran colaborar en ESTILO NANÁ pueden hacerlo escribiéndome a : estilonana@outlook.com
Besos,
¡hasta la próxima!
Naná
Naná
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