Pink Ice Cream Bar

viernes, 6 de marzo de 2015

EDICIÓN ESPECIAL: FLOR HUERGA dibujos nostálgicos con bocha de amor y color.

Hoy en ESTILO NANÁ Flor Huerga, la chica que realiza ilustraciones bellísimas a partir de los papeles de sus golosinas favoritas, nos cuenta cómo surge la idea de representar los sabores de su infancia y qué significan las golosinas en su vida. Un recorrido impecable y súper súper lindo por las mejores golosinas que aún siguen vigentes en el corazón de toda una generación. ¡Que lo disfruten!




Un día un amigo me pidió que le dibujara algo en el brazo con unos marcadores de colores que había llevado a su casa. Dibujé: un Paragüitas, un Sugus de menta, un Pushpop, una Tita, un Palito de la selva, un Bonobón, y un Jorgito blanco. Esas fueron las primeras golosinas que hice y me llamó la atención que pudiera recordar todos los detalles de los paquetes. Mis dibujos suelen ser muy detallados, y me divirtió la idea de hacer los packagings y sus tipografías. El objetivo es llegar a tener suficientes dibujos como para llenar varias paredes con golosinas, pienso que puede ser algo lindo y nostálgico que te transporte directamente a la infancia.




Algunas de mis golosinas preferidas ya no existen o no las importan, soy muy fanática de la menta, en el colegio comía unas pastillas muy parecidas a los Mentos, solo que mejores y más grandes, que se llamaban Softmints. Los chicles Ouch fueron sin dudas mis preferidos, además venían en una latita genial y cada chicle era una curita, los Dinovo fruits o los  que venían en una huevera también estaban buenos.






Puedo comer miles de Yummys, ahora hay de dinosaurios y ositos, antes venían con forma de botellitas muy lindas, me encantaría hacer caída libre sobre un par de millones de Yummys.  



Las Pastillas Altoids son muy buenas, y descubrí que hay un montón de sabores como, por ejemplo, jengibre, miel, chocolate y crema de menta, que jamás llegaron a Argentina, tengo un dibujo homenaje sobre el uso que todos le damos a esa latita.



Finalmente, el Jorgito blanco, que con solo un bocado te puede convertir en diabético nivel 2, es de las golosinas que más consumo junto con el Snickers, y pienso que en el fondo es porque ambas tienen ALGO salado que hace que no me empalaguen a pesar de ser tan dulces. Ojalá algún día la Tita y la Rodhesia vuelvan a tener su viejo envoltorio, y el Bonobón recupere el papelito de metal con el que me divertía haciendo muñequitos”.





♥ Gracias, Flor ♥


4 comentarios: